ESG: un desafío de sostenibilidad

En las últimas décadas se han producido eventos sociales, culturales y tecnológicos relevantes con un impacto significativo en el curso normal del mundo, que han resultado en cambios globales sin precedentes conocidos como megatendencias. Las megatendencias marcan el rumbo que tomará el mundo en los próximos años, por lo que las definiciones relacionadas con ESG (Environment, Social and Governance) por sus siglas en inglés son cruciales para nuestro futuro.

La población mundial aumenta en 145 habitantes por minuto y se prevé que para el año 2025 la población llegue a 8.000 millones de habitantes. El crecimiento absoluto de la población mundial no es en sí mismo un gran desafío demográfico; el reto radica en el aumento de la esperanza de vida y la disminución de las tasas de natalidad, además en factores sociales como; los cambios en las relaciones sociales, movilidad humana y por supuesto, la sostenibilidad de nuestro entorno.  Otro aspecto ha considerar es el intercambio internacional de profesionales que se ha incrementado en un 50% durante la última década.

Sin duda, el aumento de la población mundial experimentado por los centros urbanos no tiene precedentes. Cada semana, aproximadamente 1,5 millones de habitantes se trasladan a los centros urbanos. Esta rápida expansión presenta un desafío para la infraestructura y el medio ambiente urbano actual. En la próxima década, ciudades como Nueva York, Beijing, Shanghái y Londres deberán realizar una importante inversión en infraestructura urbana para satisfacer esta demanda. El número de habitantes que vive en barrios urbanos marginales también se ha incrementado en un tercio desde 1990. Esta rápida urbanización plantea importantes desafíos para las empresas dado que deben redirigir sus inversiones hacia centros urbanos en diferentes zonas pobladas alrededor del mundo, 

A medida que aumenta la densidad de población y la urbanización, también se incrementa la demanda de energía, alimentos y agua; sin embargo, nuestros recursos naturales siguen siendo limitados. Para satisfacer las necesidades de desarrollo, las economías dependen mayoritariamente de los combustibles fósiles que generan emisiones de carbono durante sus procesos de refinación. Al ritmo actual, y si no se toman medidas urgentes, no alcanzaremos nuestro objetivo de disminuir las emisiones de carbono y evitar un calentamiento global mayor a 2° para 2034. 

En consecuencia, se prevén los siguientes dos escenarios: (i) la ocurrencia de un evento natural tan significativo que crea una profunda conciencia en todos los seres humanos del nivel de daño que ha sufrido nuestro planeta, o (ii) un acuerdo político global que penaliza severamente las emisiones de carbono. Por lo tanto, la población debe respaldar la iniciativa de mitigar el daño ambiental y por ende luchar contra el continuo calentamiento global. Los principales daños ambientales ocurren en los países subdesarrollados de todo el mundo, donde no existen regulaciones adecuadas para mitigar la destrucción ambiental. Por otro lado, los países desarrollados están reduciendo constantemente sus emisiones de carbono.

A fines de 2016, la región de Asia-Pacífico alcanzó una clase media que superó a la clase media combinada de Europa y América del Norte. Estas tendencias nos llevan a reflexionar sobre la forma de categorizar las economías de los países. Estos cambios económicos darán lugar a cambios trascendentales en los patrones y hábitos de los consumidores, que a su vez generarán oportunidades y desafíos para las organizaciones alrededor del mundo. Por lo tanto, las estrategias comerciales deben estar alineadas con las necesidades de los consumidores en los distintos mercados, que evolucionan de manera diferente y acelerada.

La tecnología es una herramienta que proporciona poder a las organizaciones. En la actualidad, la velocidad que brinda la tecnología está ayudando a la sociedad a mantener los niveles de comunicación y recabar información de forma inmediata. Un ejemplo de esta evolución es el hecho de que los Estados Unidos de América tardaron 76 años en que los teléfonos fijos fueran accesibles a la mitad de su población; en cambio, el teléfono móvil tardó menos de 10 años. Al mismo tiempo, la digitalización a través de Internet ha creado un valor extraordinario, ejemplificado por Google y las redes sociales, que influyen y facilitan la vida cotidiana de las personas en todo el mundo. En conjunto, esto ha permitido que diferentes organizaciones ingresen a los mercados y lleguen a los clientes a través de relaciones virtuales directas. 

El cambio demográfico y social, la rápida urbanización, el cambio climático, la escasez de recursos, el cambio en el poder económico y los avances tecnológicos aportan elementos que permiten a los países y organizaciones planificar su futuro y tomar medidas ahora. Las megatendencias impactan en los comportamientos sociales, económicos y tecnológicos que se desarrollan en diferentes regiones del mundo.

Debemos lograr la sostenibilidad en nuestras actividades actuales como organizaciones y sociedad, con base en reglas y estándares ambientales, sociales y de gobernanza que nos preparen para mitigar los desafíos futuros que muy probablemente impactarán radicalmente nuestros estilos de vida y el curso de nuestro mundo en el futuro cercano.

Los países y organizaciones de todo el mundo deben incorporar en sus estrategias estos 3 criterios relacionados a ESG que marcan el futuro y la sostenibilidad, cumpliendo con los más altos estándares y mediciones. Esta no es una tarea sencilla, ya que se debe desarrollar un plan estructurado e integral para recopilar información estadística, lo que redundará en el desarrollo e implementación de acciones que generarán los cambios que tanto se necesitan. Esta es la única forma en que podemos contribuir a la sostenibilidad de nuestro mundo.

PwC Ecuador, conscientes y conocedores del impacto de la revolución ESG en el bienestar, crecimiento, rentabilidad organizacional y social, estamos impulsando con gran compromiso la inclusión de estos criterios clave en la transversalidad de las estrategias propias y de nuestros stakeholders. Vivimos el futuro hoy desarrollando soluciones a los desafíos actuales y futuros de la sociedad. 

Esteban Valencia

Debemos lograr sostenibilidad en nuestras actividades como organizaciones y sociedad, con base en reglas y estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) que nos preparen para mitigar los desafíos futuros.

Esteban Valencia,Socio Líder de Auditoría de PwC Ecuador